lunes, 13 de octubre de 2008

Mi impresión sobre...El tren de las 3:10


Curioso lo de esta peli. Se estreno hace más de un año en EEUU (de hecho bastante antes de El Caballero Oscuro, para orientaros) y llegó a las carteleras españolas hace apenas unas semanas, lo cual me hace dudar bastante del criterio que tienen los programadores españoles para decidir la fecha de estreno de las películas aquí, sobre todo teniendo en cuenta que es una película con un más que posible tirón entre el público al tener en su reparto a actores bastante conocidos. Pero no estamos aquí para perdernos en divagaciones acerca de ello, que tampoco nos va a llevar a ningún sitio.

El caso es que es una película que parte con un handicap importante que sin pretenderlo me recordaba un muy buen amigo después de salir de verla. Es una película del oeste. Por inercia este tipo de películas a día de hoy ahuyenta al gran público, el cual no asume que el "oeste" no es más que un escenario en el cual se puede desarrollar cualquier tipo de historia. A día de hoy las películas del oeste para la mayoría de la gente son sinónimas de películas lentas, con una temática muy demarcada y unos cliches, por llamarlo así, muy típicos, por redundante que ello suene. Esto asegura así que presentar un western en una sala de cine es siempre arriesgado en cierta medida. Es curioso que un género que en un tiempo fue sin duda el líder indiscutible de la taquilla a día de hoy esté tan venido a menos. Pero tampoco voy a centrarme en ello, que no es plan.

Conocedor de todo esto el director (o el productor, que tal como hoy día funciona el cine nunca se sabe quién hace realmente los castings) para afrontar esta producción decidió echar mano de dos actores solventes en taquilla, el oscarizado Russel Crowe y Christian Bale, el último Batman cinematográfico. Además ambos son actores solventes con un talento en mi opinión minusvalorado quizás precisamente por ser dos interpretes alejados del histrionismo que tanto parece gustar o por lo menos llamar la atención al gran público. Y sin duda este es el mayor acierto del director, unir a estos dos pedazo de actores y basar el desarrollo de la película en ellos y sus cualidades interpretativas, de los cuales los dos van más que sobrados. A menudo son actores que la mayoría de críticos señalan como aceptables, como mejores que la media pero no demasiado destacables. Yo nunca he estado de acuerdo con esta opinión. Para mí son ejemplos perfectos de contención interpretativa, de mesura a la hora de afrontar los personajes a los que les toca dar vida y de sobriedad en su puesta en escena. Resumiendo, actores puramente cinematográficos, que realmente con una mirada o un gesto trasmiten todo lo necesario para empatizar al espectador con su personaje. Todas estas cualidades se ven perfectamente en esta cinta, merced a un guión sólido que se explaya en la relación existente entre los dos protagonistas y que discurre siempre por el siempre resbaladizo filo entre película de acción y de personajes, superando la prueba con buena nota.

James Mangold se muestra solvente en esta aventura y firma la película con una sobriedad y un saber hacer que para si quisieran muchos otros directores. Consciente de que la película asienta su peso en el duelo interpretativo Bale-Crowe y no tanto en la sensación de urgencia que destilaba la película original de los 50, Mangold adecua todo a este duelo. La fotografía no se entretiene en mostrarnos escenarios desérticos inmensos, como es muy recurrente en todo Western y que en este caso solo serviría para despistar y aburrir al espectador, sino que el director la enfoca como una forma de integrar a los personajes en el paisaje y sobre todo entre si mismos, siendo posiblemente uno de los mayores aciertos del director. El ritmo de la cinta es adecuado con la historia, sin caer en esos ritmos pausados densos y pesados de los que pecan muchas películas también basadas en duelos interpretativos. Quizás el único pero a la labor del director es lo antinatural que resultan las escenas de acción (sobre todo la escena final), siendo esto posiblemente por una falta de experiencia en el rodaje de este tipo de escenas. a pesar de esto hay que admitir que resuelve bien la papeleta, a pesar de que quizás con otro juego de cámaras ese tiroteo final hubiera quedado menos confuso.

Pero esta última afirmación es más un detalle puntilloso por mi parte que una auténtica crítica, ya que el conjunto de la película hay que admitir que atrapa y hasta cierto punto enamora al espectador al ponernos en posiciones de simpatía hacia los personajes pero en ningún momento caer en rendición incondicional ante ellos. Se acercan así más a personas que a personajes, cada uno con sus posibles defectos y sus posibles virtudes, lo cual les hace mucho más interesantes en el conjunto de la película. Como de costumbre el alejarnos de los maniqueísmos enriquece cualquier historia.

En resumen, una peli muy, pero que muy recomendable y que hará pasar un buen rato tanto a aquellos de vosotros que solo vayan al cine a "pasar el rato" como a aquellos que busquéis que os transmitan algo cuando veis un flim.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Aprovecho este post para comentar que la peli es un remake de otra de igual título, dirigida por Delmer Daves (profesional del western, con títulos como Flecha Rota, El árbol del ahorcado, y autor de una única pero soberbia peli de cine negro, La senda tenebrosa) y protagonizada por Glenn Ford y Van Heflin en los años cincuenta. Debo decir que si se ha visto la antigua, la nueva pierde bastante interés, porque el argumento y los personajes son muy similares, aunque el tono general de la última es más violento, y el final ha mejorado un poco (el original era muy edulcorado y absurdo). Si comparamos actuaciones acabamos en empate, porque Bale interpreta mejor que Van Heflin a su personaje, pero Crowe -que lo hace muy bien y a mí me gusta (véase su soberbia actuación en El Dilema)- tiene menos matices que Glenn Ford (lo que no es ningún desdoro). No obstante, y a pesar de la falta de originalidad, la peli se ve con mucho agrado y uno tiene la sensación de haber regresado en el tiempo, a los años en que todos los fines de semana por la tarde ponían westerns en la tele. A mí siempre me gustaron, he crecido viendo películas del Oeste, y opino que en algunas de ellas se encuentran momentos de auténtico gran cine, de épica total, y si no basta repasar los títulos de directores como Ford, Hawks, Mann (secundados por otros como Daves, Sturges, Leone, Peckimpah), y los actores que los protagonizaban: Wayne (se diga lo que se diga, no hay otro actor que encarne tan perfectamente un género como él), Cooper, Stewart, Ford, Widmark, Eastwood, etc. Ciertamente, hoy es un género casi inexistente, pero no viene nada mal que de vez en cuando pelis como ésta nos lo traigan a la memoria.

Tanque dijo...

Efectivamente, la película es un remake de una de los 50, la cual vi hace bastante tiempo y la verdad no recuerdo demasiado bien. De hecho creo que hago algún comentario en el post respecto a elo, pero lo soslayo bastante precisamente por lo que acabo de comentar.

Respecto a las pelis del Oeste y estas cosas, totalmente de acuerdo contigo en practicamente todo, sobre todo en lo referente a Wayne.

Muchas gracias pro tu comentario, por cierto.

Turbi dijo...

hola, escribis demasiado, a los incultos como yo solo nos queda ponerlo en dos idiomas nada mas..

PD: no he visto aun la peli


hello, write too, for the uneducated like myself we can only put it in two languages nothing else ..

PD: I have not even seen the movie

vcucho dijo...

Pues Turbi ya va siendo hora de que la veas.
Yo no soy un aficionado a las del oeste,pero esta peli,me gustó por eso,porque no se parece a una del oeste de las de siempre,para nada se hace lenta,las escenas de lucha y tiroteos son buenas,quitando eso si la última escena.
Los actores yo no les pongo pega alguna,ya que para mi lo hacen de órdago.
Yo también recomiendo 100% verla.