martes, 30 de septiembre de 2008

Resultados de la encuesta

Bueno, pues ya está. Se ha acabado el plazo de votaciones en la encuesta que colgué hace unos días y se puede decir que los resultados invitan a la reflexión.

La primera, que mi blog nunca será señalado como uno de los más visitados de la red, por lo menos conforme a la cantidad de votos que ha recibido la encuesta en cuestión (¿soy el único al que esta frase le suena rara?). En total 9, algunos de los cuales no se han dignado a identificarse a pesar de tener la deferencia de participar en este experimento sociológico, cosa que se agradece.

La segunda que debo reconocer que los visitantes de este blog siguen siendo unos románticos irredentos. Cuatro personas confiesan que lo primero en que se fijan en el sexo opuesto es en la cara, factor que supongo que viene a refrendar aquello de que la cara es el espejo del alma. Tres participantes sin embargo optan por fijarse en la parte del cuerpo allí donde la espalda pierde su digno nombre, y es que es una región que desde la más remota antigüedad ha atraído la atención de vagabundos y reyes (factor que no tengo ni idea si es verdad o no, pero desde luego suena bien). Una sin embargo decide fijarse en la sección intermedia entre las dos anteriores y otro opta por otras partes del cuerpo, algo aclarado educadamente en los comentarios.

Después del éxito más o menos moderado de la primera encuesta del blog de este, vuestro servidor, solo me restan tres cosas por hacer. La primera, evidentemente, agradecer a todos vuestra participación y buen humor. La segunda, prometer el establecimiento de más encuestas en el futuro. Y la tercera, la realizaré en forma de pregunta; Chicas: ¿realmente notáis que un chico lo primero en lo que se fija de vosotras es en la cara? Porque muchas de mis conocidas no opinan lo mismo...

lunes, 29 de septiembre de 2008

Mi impresión sobre...Dexter


Para hacer cumplir mi promesa a Isa (la única chica que escribe comentarios en este blog, con lo cual ya merece reiteradas muestras de devoción por mi parte por aguantar los rollos macabeos que me monto yo solo) debo hacer en justicia un comentario de su serie favorita (al menos hasta donde yo se) que no es otra que la que da título al presente post. He de confesar que comencé a ver la serie fruto de una recomendación suya y con bastantes precauciones debido sobre todo a que la premisa básica de la serie me parecía bastante atractiva pero en su desarrollo corría el riesgo de caer en excesivos maniqueísmos.

Bueno, pues el caso es que tras ver del tirón la primera y la segunda temporada ya puedo decir hasta qué punto mis presagios estaban o no equivocados. Para empezar los legos en la materia deben saber que el protagonista de la serie se llama Dexter, de ahí el nombre de la misma. Si, amiguitos, hoy es el día del concurso mundial de obviedades. Desde el principio se nos presenta este personaje como un forense de la policía de Miami, creo recordar, que en sus ratos libres se dedica a dar rienda suelta a sus instintos asesinos más viscerales, al ser el protagonista la definición de psicópata hecha carne. El cómo lo hace y a quién elige viene determinado por toda una serie de circunstancias que se explican en el propio desarrollo de la serie , desgranándose poco a poco toda una maraña argumental bastante bien llevada.

Evidentemente no voy a dar más detalles de la serie para no spoilear nada a nadie que pueda verla en un futuro más o menos cercano, pero con lo dicho un poco más arriba os podéis hacer una idea de por donde van los tiros. ¿Que qué me parece la serie? Bueno, me puse el primer capítulo tal que un jueves y dos semanas después estaba acabando la segunda temporada. ¿Que quiero decir con esto? Joe, pues que desde luego la serie engancha, que ya es algo. El personaje principal, el que sustenta todo el edificio de la serie, es suficientemente atractivo como para querer saber más de él casi nada más conocerle. Además está fenomenalmente interpretado por Michael C Hall, que ya daba muestras de su buen hacer en "A dos metros bajo tierra" hace un par de años. El resto de elenco es bastante competente y las tramas son realmente interesantes y generan interés más que de sobra para querer ver el siguiente capítulo de la serie.

En el lado negativo están quizás algunas incoherencias argumentales, sobre todo en relación con
el carácter del protagonista y el desenlace de las tramas de cada temporada, aunque eso ya va en gustos, evidentemente. A mi particularmente el final de la segunda me decepcionó por lo "fácil" de la salida de los guionistas, recordándome bastante más a un Deus Ex Machina que a un desenlace coherente con lo narrado hasta ese momento. O quizás es que soy muy exigente con ese tipo de cosas, ya que un desenlace coherente sin "sorpresa" hubiera implicado el fin de la serie. Cuando lo veáis entenderéis lo que quiero decir.

En pocas palabras, la serie es posiblemente una de las mejores y más frescas de la televisión actual, lo cual con la enorme variedad existente de series de alta calidad ahora mismo es bastante decir. En ningún momento os arrepentiréis si le dais una oportunidad, eso os lo aseguro.

Y ahora, una reflexión al margen de todo lo anterior: ¿Por que demonios los actores españoles de cualquier serie son tan endiabladamente malos comparativamente con cualquier actor medianamente aceptable de cualquier serie americana o inglesa? ¿Que hemos hecho en España para merecer series tan soeces, burdas y faltas de ideas como las que tenemos? Mmmmm... creo que esto es tema para otro post...

domingo, 28 de septiembre de 2008

Adiós al indomable...


Hoy es un día triste. Un día de estos que uno sabe que antes o después llegará, pero que de una manera u otra, casi irracionalmente, se desea que no lo haga nunca. Hoy el mundo se queda un poco más vacío del siempre escaso talento auténtico. Y hoy también nos quedamos sin una buena persona, y eso es posiblemente lo peor que nos puede pasar en cualquier momento.

Hoy ha muerto Paul Newman. Y con él, ha muerto toda una forma de entender no solo el cine, sino también el estrellato de los actores que conforman este siempre fluctuante negocio, este siempre fluctuante arte. Cada vez que una de las estrellas de Hollywood nos deja también deja un hueco en los corazones de todo aquel que se ha emocionado con sus películas. En el caso de Paul Newman deja un auténtico cráter de proporciones colosales.

El hombre de los ojos azules más intensos de la historia del cine protagonizó en sus casi cien películas momentos imborrables y retrató con una naturalidad asombrosa y una capacidad interpretativa monumental a personajes de todo tipo y condición. Nunca tomó la vía fácil. Hubiera sido sencillo para alguien con su más que evidente atractivo físico adoptar papeles de galán en decenas de películas y haberse llevado muerto el dinero. En vez de eso se alejó de algo tan obvio y decidió aceptar papeles arriesgados, saliendo airoso del empeño. De hecho fue uno de los primeros actores que en los sesenta compró su libertad para poder elegir las películas en las que actuaría a partir de entonces, como señalan en El País de hoy. Nunca tomó la vía fácil. En la cumbre de su carrera decidió aceptar nuevos retos más allá de las cámaras, y pasó a competir en carreras de coches, con resultados más que apreciables. Nunca tomó la vía fácil. En los ochenta decidió crear todo un sello de salsas de comida y repartir sus benefícios en tareas altruistas.

El Buscavidas, La gata sobre el tejado de zinc, La leyenda del indomable, El Golpe, Dos hombres y un destino... Una enorme retahíla de películas de las que resulta imposible quedarse solo con un puñado le convirtieron en una leyenda del cine de las auténticas, de las de primera división, de las de rabo y dos orejas. Un señor tanto dentro como fuera de la pantalla, como demuestra su matrimonio de más de cincuenta años, cosa casi inaudita en una estrella de Hollywood, aunque no viviera allí, sino en la costa este.

Por todo esto y por más cosas podemos decir que hoy es un día triste. Afortunadamente siempre podremos repasar sus películas para homenajearle como se merece y recordarnos a nosotros mismos que grande es el cine cuando lo realizan grandes actores. Se ha ido un buen tipo. Y yo, desde luego, le echaré de menos.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Mi impresión sobre... Death Magnetic


Los Metallica han vuelto. Solo con esas cuatro palabras ya tendremos detrás toda una cohorte de fans acérrimos enfrentados a una cohorte de detractores, también acérrimos ellos que defenderán por una parte las excelencias del ínclito grupo y por otra parte sus carencias y sus vaivenes musicales en los últimos años.

Vaya por delante que a mi personalmente los Metallica siempre me han gustado bastante. Nunca he sido uno de los que defienden que los Metallica auténticos son los de los primeros discos y que a partir del Load no han hecho más que basura, que se han traicionado a sí mismos y estas cosas. Para mí cada artista (en cualquier ámbito) debe optar por hacer lo que le apetezca en cada momento, o en todo caso lo que considere oportuno, siempre que la calidad de su trabajo no se reduzca hasta el punto de que se le pueda tildar de "tomadura de pelo" Y para mí eso nunca le ha pasado a los Metallica. Entiendo bien que a unos les puedan gustar más los Metallica de la primera época y a otros los de la segunda, por hacer algún tipo de división, pero nunca he entendido ese arrojarse al cuello de unos contra otros. Sobre todo cuando tanto en una época como en otra creo que han demostrado más que de sobra la calidad que atesoran como músicos, con la posible excepción del album Saint Anger en el cual por las circunstancias que fuesen no se esmeraron mucho en tareas compositivas. Aún así no creo que deba ser vapuleado y ninguneado como se ha hecho con él, sobre todo si tenemos en cuenta las circunstancias en las que se realizó, con el grupo a punto de romperse varias veces y con el cansancio de trabajar con el mismo productor durante casi quince años.

Posiblemente este último factor fuese uno de los claves a la hora de plantearse este disco por parte del grupo. Con Bob Rock realizaron uno de los que posiblemente sea mejor disco (o por lo menos más influyente) de la historia del rock, el famoso Black album. Pero de eso ya hacía unos quince años y eso se nota. Lo que en su día era fresco se había convertido en rutina, y si Metallica querían un auténtico punto de partida nuevo (como quieren hacer ver en el documental Some kind of monster) el hacer entrar a un productor nuevo y extraño para ellos se mostraba un paso ineludible.

La elección no podía parecer más adecuada, por lo menos en principio. Rick Rubin, uno de los productores más afamado del mundo musical en general, el típico tipo que lo que toca lo convierte en oro. Ahora faltaba por ver por donde iban a tirar los Metallica en sus composiciones. ¿Seguirían con el estilo de Load y Reload? ¿O explorarían los nuevos sonidos buscados en Saint Anger? ¿O volverían a hacer otro Black album?

Y en esto que llegó el nuevo disco. Death Magnetic se llama. Para empezar una confesión. Me parece un título realmente pésimo. Pero feo de cojones, vaya. Sorprende que un grupo que siempre ha tenido tan buen gusto a la hora de poner título a los discos hallan optado por este para su último trabajo discográfico (¿No os parece que esa expresión suena realmente pedante? Lo de trabajo discográfico me refiero...)

Bueno, una vez superado el shock del título me dispuse a escuchar el disco en si, quitándome cualquier tipo de prejuicio de la cabeza y dispuesto a encontrarme cualquier cosa. Y admito que me ha gustado bastante en lineas generales. No voy a entretenerme en criticar el disco canción por canción, primero porque no tengo conocimientos adecuados para ello (vamos, que no soy músico ni nada que se le parezca) y segundo porque siempre me ha parecido un coñazo más que notable hacer eso. Prefiero exponer impresiones generales y que luego cada uno extraiga sus conclusiones.

Resumiendo, mi impresión general es que estamos ante un disco bueno, e incluso diría muy bueno. ¿A qué suena? Bueno, pues coged los tres primeros discos de Metallica, poned veintitantos años más a sus compositores y ahí tendréis el disco. ¿Suena tan salvaje como los primeros, tan visceral? Definitivamente no. Yo creo que en parte por el oyente y en parte por los propios músicos. Me explico. La mayoría de los que escuchamos a Metallica llevamos años "en el rollo", sabemos de donde vienen y lo que han hecho, con lo cual resulta difícil que este disco nos parezca mejor que un Ride the Lightning o un Master of Puppets. Es evidentemente menos fresco de este modo también porque evidentemente no es lo mismo tocar con veinte años y con unas ganas de comerse el mundo tremendas a tocar con más de cuarenta ya habiendo triunfado plenamente. De este modo son unos Metallica los de este disco que tocan temas tipo Master of Puppets pero más depurados, menos imprevisibles si queréis decirlo así, pero definitivamente con ímpetu y energía más que de sobra.

¿Vale la pena escuchar el disco? Yo creo que si, sinceramente. Me parece un buen disco que puede gustar a las dos vertientes de fans de Metallica facilmente y que tiene temazos que en directo dan la sensación de poder sonar como un auténtico cañón. A ver cuando se pasan por España otra vez. Yo no pienso perdérmelo.

martes, 23 de septiembre de 2008

Las diez películas que marcaron mi juventud (y II)

Bueno, aquí sigo con la lista de películas que marcaron mi afición por el cine. A ver que os parece...

Número 5. La naranja mecánica
El pequeño Alex me mostró cómo se puede mantener una absoluta tranquilidad mientras se cometen las barbaridades más absolutas. Hoy en día la violencia de esta peli es de cartón piedra, vale, pero para un chaval de 12 años os aseguro que marca un antes y un después. O es que yo siempre he sido muy impresionable...

Número 4. El Tormento y el éxtasis
¡Que grande fue siempre Charlton Heston! Cuando vi esta peli ya había visto sus clásicos como Ben Hur y eso, pero reconozco que esta siempre tuvo algo especial que me atraía sobremanera y me sigue atrayendo, no me preguntéis el que exactamente. La primera vez que la vi fue todo un descubrimiento, mogollón de detalles tontos históricos de los que yo no tenía idea se reflejan perfectamente en esta peli. En parte supongo que marcó esta cinta mi gusto por la Historia... o no.

Número 3. EL Padrino I y II
Son dos películas, pero en realidad funcionan como una así que las meto a las dos en el mismo saco. Siiii, soy un puto cultureta escasamente original por meter la peli en cuestión aquí, lo reconozco. La vi por primera vez a los 14 tacos y sigue teniendo para mi la que es la mejor secuencia de toda la historia del cine, la final de la segunda parte. Con esta peli descubrí lo que era la interpretación con mayúsculas, el cine como arte y no solo como entretenimiento. Vamos, que me toque...

Número 2. El Bueno, el feo y el malo


Sergio se reservó lo mejor para el final. ¿Queréis un tipo duro? Ahí tenéis a Clint Eastwood. ¿Queréis a un malo? Ahí tenéis a Lee Van Cleef. Mezclemos a los dos, pongamos un paisaje del Oeste de fondo y vamos a rodar todo en plan Sergio Leone, con el Spaghetti Western ya perfectamente delimitado en su lenguaje narrativo. ¡ Voila! ¡Obra maestra al canto!

Y el Número 1 se lo lleva... El club de los Cinco
¿Sorprendidos? La película que más me marcó y posiblemente la que sigue siendo una de mis favoritas es una de las que no conoce ni su padre, producto típicamente ochentero y que sin embargo para mí sigue atesorando una calidad más allá de toda duda. Si quereis saber las razones os invito a leer mi próxima crítica dedicada precisamente a este título. Así que estad atentos, amiguitos.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Las diez películas que marcaron mi juventud... (I)

Pongámonos nostálgicos. Si echo la vista atrás siempre aparecen en mi mente las mismas pelis que consiguieron aficionarme a esto del cine y que cada cierto tiempo reviso no para recordarlas, porque de hecho me las se de memoria, sino para intentar retrotraerme a una época un poco más sencilla en la que lógicamente somos mucho más impresionables. Si, amiguitos, me ha quedado tremendamente cursi, lo se. Yo también tengo mi corazoncito ¿vale? ¡Dejadme con mis mierdas y seguid leyendo, hombre ya!

Bueno, he decidido hacer una lista numerada del 10 al 1 sobre todo por la manía que tenemos todos de priorizar unas cosas sobre otras, aunque no se corresponda mucho con la realidad.

Número 10. Regreso al Futuro II


Aunque a día de hoy reconozco que como película la primera parte es mucho mejor esta fue la primera que vi de la saga y por la que más cariño guardo. De hecho un Delorean es el único coche que realmente quiero tener todavía. Todos los demás (desde el Seat Panda a los Ferraris) no son más que aprendices del auténtico significado del término "coche". Y pensar que la idea original era que la máquina del tiempo fuera una nevera...

Número 9. Indiana Jones y laÚltima Cruzada.


Para mi sin duda alguna la mejor película de aventuras de toda la historia del cine. Personajes con gancho, diálogos chispeantes y situaciones tremendamente emocionantes es lo que siempre ofreció Indy en todas sus películas, de las cuales esta es la primera que vi (con 9 añitos, que tiempos) y por lo tanto la que más me marcó. De hecho es la peli que más veces he visto en mi vida de bastante largo, con un número de visionados que llega de seguro a los tres dígitos. Se comenta que hace poco sacaron una nueva peli de Indy, pero cualquiera sabe que eso en realidad tuvo lugar en una oscura realidad alternativa...

Número 8 El Álamo


Es curioso. A día de hoy el western es uno de los géneros más denostados (por lo menos a nivel popular) y a mi siempre es un género que siempre me ha atraido mucho. Una de las razones es la mítica historia del fuerte texano en su tenaz resistencia contra Santa Anna que de forma tan Hollywoodense quedó retratado en esta cinta dirigida por John Wayne, a pesar de que las malas lenguas comentaban que John Ford le vino a echar más de una mano. Sea como fuere, épica en estado puro.

Número 7. Jungla de Cristal


¿Que chaval de doce años (de mi quinta, claro) no ha querido ser el chuleta poli McClane? La típica historia del héroe contra un montón de malosos adquiere tintes míticos gracias al enorme sarcasmo que destila el personaje de Bruce Willis en esta película y que, por desgracia, en las secuelas se ve paulatinamente diluido. Pero siempre nos quedará revisar la aventura del Nakatomi para ver como se las gasta un poli de Nueva York cuyo héroe de la infancia es alguien tan estrafalario como Roy Rogers "y esas chupas con lentejuelas que llevaba"...


Número 6. El diablo sobre ruedas.



La vi de chiripa en la tele hace mogollón de años y solo bastante tiempo después me enteré que era la primera del señor Spielberg. Me impresionó cuando la vi por primera vez y la verdad es que a día de hoy sigo pensando que como película es la mejor de la filmografía del ínclito director. Esa sensación de agobio constante del conductor de un coche acosado por un camión sin razón aparente es manejada a la perfección en esta cinta claustrofóbica en el mejor sentido. Ahora cada vez que veo un camión detrás de mi coche en la carretera me acuerdo de esta cinta...¡sin coña!

Bueno, y mañana el resto, que si no no mantengo la tensión adecuada.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Personajes: Arnold Schwarzenegger

Si hay un tipo que es la definición del "sueño americano" a día de hoy ese sea posiblemente este austriaco de apellido impronunciable. Esto es hasta tal punto que no sabes en que momento acaba la persona y empieza el personaje. Culturista, actor y ahora gobernador de California es un tipo que ha triunfado en todas sus apuestas, lo cual lleva a pensar que realmente es cierta aquella máxima de que querer es poder. Además es el típico personaje que cae bien a prácticamente todo el mundo, nadie sabe muy bien la razón. ¿Que secreto tiene el ahora triunfador político para que pocas veces se levanten voces en su contra?

Personalmente creo que la mejor cualidad de Schwarzenegger durante toda su vida ha sido estar en el sitio correcto en el momento preciso. Además de sus ambiciones primero deportivas, luego cinematográficas y finalmente políticas siempre ha demostrado tener una habilidad innata para situarse en el momento y el lugar indicados. Primero triunfó a todos los niveles como culturista, con un palmares realmente increíble y que le ha concedido el título de mejor culturista de la historia (hecho que llama más la atención si tenemos en cuenta que dicho palmares ya ha sido superado). Popularizó este deporte hasta niveles antes nunca conocidos, de modo que todos los que hoy en día lo practican e incluso los que no y se dedican a ir regularmente al gimnasio le tienen un respeto casi reverencial.

Como actor llega al mundo del cine en los míticos años 80 y protagoniza un nuevo modo de hacer cine, el de los héroes musculosos y duros capaces de proezas suprahumanas, fenómeno solo comprensible precisamente en esa exagerada década y del que es sin duda el rey indiscutible. Y esa es la carrera de despegue que toma para comenzar a mirar la política como su siguiente reto a afrontar, estableciendo desde el principio excelentes relaciones con los republicanos (no olvidemos sus diferentes cargos en la primera administración Bush Sr) y llegando finalmente y después de unas circunstancias en las que las casualidades juegan a su favor a gobernador de California, cargo que ocupa en la actualidad todavía.

Definitivamente es un hombre hecho a sí mismo, con lo cual no es raro que halla triunfado en EEUU, ya que todos sabemos lo que gustan este tipo de personajes en América. Lo curioso del asunto es que también cae bien en el resto del mundo, lo cual ya no es tan común. Y es que por mucho que joda a aquellos que atacan continuamente a los culturistas haciendo chistes a menudo acerca de su escasa capacidad intelectual se les calla facilmente la boca cuando se les dice que este tipo es doctor Cum Laude de Ciencias humanas. Aquellos que critican sus películas como una oda a la violencia pseudofascista no tienen más remedio que agachar la cabeza cuando se les pregunta si han visto Terminator. Y aquellos que le echan en cara su filiación republicana deben envainársela cuando se les recuerda su matrimonio con una Kennedy y su pública posición suprapartidista dentro de este partido.

Y si, amiguitos, debo confesar que a mi también es un tipo que me cae muy bien. Por lo menos nunca ha ido de lo que no es. Y eso de por sí ya es un logro.

Encuesta, encuesta!!!

Para variar un poco y que esto no sea unidireccional de modo permanente he pensado empezar a poner encuestas y cosas por el estilo más que nada para que mis dos lectores (y vosotros sabéis quienes sois) participen un poco más en toda esta historia y así divertirnos todos un poco más. Como yo soy yo y soy como soy la primera pregunta no podía ser otra que...

¿Que es en lo primero en lo que os fijáis de una persona del sexo opuesto?


Aclaro un par de cositas. Evidentemente solo he anotado características físicas porque la encuesta va referida a la primera impresión que te transmite una persona al conocerla, así que cosas de la personalidad no entran en juego ya que por definición todavía no puedes conocer ningún detalle en ese aspecto de la persona en cuestión.

En segundo lugar la opción "Torso" se refiere a lo que va desde la cintura al cuello, y todo lo que ello implica. Más que nada por si pillo a alguien despistado...

En tercer lugar lo gracioso sería que cada uno dijese lo que ha contestado y la razón. Aunque evidentemente esto no es obligatorio daría mucho más juego. ¡Ojito! Nada de groserías o mi justa ira recaerá sobre aquel que la firme.

Y tranquilos chicos, la siguiente encuesta ira en un plan mucho más cultureta...

sábado, 20 de septiembre de 2008

Mi impresión sobre...The Boys


Bueno, después de unas semana sin postear debido sobre todo a un catarro más o menos interesante que he pasado y del que todavía noto ciertos achaques (cosas que le ocurren a uno cuando duerme con el culo al aire)y que me ha quitado durante la semana las ganas de acercarme a un ordenador más de cinco minutos aquí vuelvo a la carga. Gracias por vuestra atención...

Comic "transgresivo" es un concepto con el que se juega mucho y que a mi siempre me ha hecho mucha gracia. Habitualmente se habla de él cuando se hace referencia a algún comic que transgrede la norma habitual del tipo de historia que cuenta, entendiendo esa transgresión la mayoría de veces en un sentido de provocación a ciertas convenciones morales o éticas establecidas en el género en el que se este desarrollando la historia. Este sentido primigenio ha ido poco a poco viendo como se sumaban otras definiciones de "transgresor", haciendo que lo que en un origen era un tipo de comic muy determinado finalmente ha derivado a una enorme variedad de comics que vaya usted a saber las razones concretas de cada uno para ser transgresor.

Después de esta esteril disgresión (¿Que pasa? Este es mi blog y puedo poner la mierdas que quiera) debo señalar que si hay una palabra que se ha repetido hasta la saciedad para definir la obra de Garth Ennis (del que ya comenté su Hitman) es precisamente la de transgresora. Se dice que es un tío que busca provocar, mearse fuera de tiesto para llamar la atención. Sinceramente no se hasta que punto esta visión es compartida por el mismo autor o simplemente usa de ella a sabiendas que es un San Benito que ya no se va a quitar. El caso es que usa de ella, con resultados dispares pero siempre dignos de mención.

En lo referente a The Boys debo aclarar que este es el segundo volumen que edita Norma de la serie y que contiene los números 7 a 14 americanos, creo. El primer volumen se dedicaba a la típica presentación de personajes y del universo en que viven. Para que os hagáis una idea es un universo en que existen los tipos con superpoderes que van haciendo heroicidades y estas cosas, pero en el cual no todos ellos siguen una moralidad tan estricta como la de los héroes Marvel y DC. Por ejemplo una joven que quiere ingresar en el grupo conocido como Los Siete (trasunto de la JLA de DC) debe pasar una prueba que consiste en realizar felaciones a los miembros (ahorraos los chistes) de dicho grupo. Al tiempo la copia de Wonder Woman de este universo es una frígida que desprecia a los hombres, las peleas entre héroes y villanos tienen poco en cuenta la seguridad de los civiles, etc. Bueno, pues los The Boys a los que se refiere el título son un grupo también con superpoderes que se dedican a castigar a los héroes que abusan de su poder en un sentido u otro, adivinándose (como no) algún tipo de trama mayor como telón de fondo que se irá desarrollando en el transcurso de la serie.

Y ya esta. Ese es basicamente el argumento de la serie. por la misma naturaleza del guionista los crímenes o como se quiera llamar de los superheroes suelen ser de naturaleza bastante violenta, con alusiones constantes a todo tipo de comportamientos sexuales de los que en Spiderman (por poner un ejemplo) no se ven. ¿Hasta que punto es esto provocador o transgresor? Eso supongo que depende del lector. Personalmente no he detectado en ninguno de los dos tomos nada que me llamase la atención como para definirlo ni siquiera de "provocador", ya que la mayoría son referencias a día de hoy repetidas hasta la saciedad tanto en comics como en una enorme variedad de expresiones artísticas. Sinceramente dudo que nadie se escandalice a día de hoy porque en un comic donde aparecen superheroes (que obviamente son copias de personajes mundialmente conocidos) se hagan referencias a perversiones sexuales de estos personajes. Es la forma más burda y necia de provocar, y de hecho yo creo que Ennis es consciente de ello, con lo cual todo queda en una broma privada de él consigo mismo.

Dejando aparte lo comentado antes debería pasar a valorar si vale la pena o no leerse este comic. Y sinceramente yo creo que si. No porque sea el culmen de la originalidad, ni la historia sea profunda o densa en ningún sentido, sino porque Ennis se nos vuelve a descubrir explotando su mejor cualidad como escritor. Su innato talento para los diálogos. Todos los personajes que aparecen dialogan con una lógica y naturalidad sobresalientes, haciendo el comic realmente ameno, a la vez que cada personaje aparece perfectamente reflejado en su carácter con apenas unas lineas de diálogo (a ver si aprende el tal Bendis ese). De esta manera el lector se ve obligado casi de inmediato a interesarse por los personajes e incluso a cogerles cariño de una forma notablemente rápida. El escritor dota a cada personaje de una personalidad propia, muy cerca de diversos arquetipos, eso si, pero que en ningún momento nos da la sensación de encerrarse en los presupuestos de estos, sino que siempre son matizables y por ello notablemente interesantes.

En cuanto al dibujo aunque debo reconocer que Darick Robertson no es santo de mi devoción (no me convence demasiado ni su anatomía, ni su forma de dibujar los rostros e incluso hay ocasiones que su narrativa me resulta terriblemente aburrida) debo aceptar que en este trabajo, como en la mayoría que he visto en su carrera, cumple para seguir la historia de un modo aceptable y sin dificultades.

Así que personalmente este comic es el equivalente en papel de esa peli supertaquillera americana típica que se ve de modo agradable, está bien llevada y entretiene enormemente mientras se está viendo, y que cuando acaba deja un buen sabor de boca pero no un recuerdo imborrable en nuestra mente.

He dicho.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Promos de la tercera temporada de Heroes

Aqui cuelgo tres promos de la tercera temporada de la serie Heroes desde el blog del Chacal. Que ganas de ver a Sylar haciendo de las suyas...





Una de videos

Para empezar una demostración de lo agresiva que se pone la gente en la carretera...



Ahora un caso policial extraño, por asi decirlo...



Y para terminar una visita al auténtico poeta del siglo XXI...

jueves, 11 de septiembre de 2008

Mi impresión sobre...Matar al mensajero


Mi padre es un tipo curioso. A pesar de su escasa afición a la lectura posiblemente sea la persona que más libros ha traído a casa desde que tengo memoria. Habitualmente han sido libros que le han regalado o que directamente ha encontrado por ahí y que ha traído a casa pensando sobre todo en entretener al soso de su hijo, ya que siempre he tenido (vaya usted a saber por qué) cierta fama de lector en mi casa. Supongo que será porque desde pequeño pedía a mi abuelo y mi madre que me leyesen los bocadillos de esos papeles con dibujos antes de irme a dormir (ay, los Pocket de Ases, que tiempos). De hecho aún recuerdo la ilusión con la que recibí mi primera cartilla para aprender a leer hace tantos años, ilusión escasa comparada con la de mi familia, ya que por fin iba a dejar de dar la tabarra todas las noches con dicho asunto. Pero estoy divagando...

El caso del asunto es que mi padre tiene un compañero. Ese compañero tiene una hija y esa hija hizo la carrera de periodismo. Andando el tiempo escribió un libro (si, amiguitos, es ESTE libro) y andando un poco más de tiempo el compañero de mi padre regaló un ejemplar a mi padre. Mi padre me lo regaló a mi y yo estoy a punto de regalárselo a la estantería. Al ver la portada no es muy difícil adivinar que el libro es un a especie de ensayo sobre el asesinato del tristemente célebre Jose Couso en la guerra de Irak en 2003, acción analizada en el contexto de la precaria situación de los corresponsales de guerra.

Primero decir que me acerqué al libro con todo tipo de precauciones. Ya desde la portada se intuye claramente el posicionamiento ideológico del que goza la autora del libro (Ana María Plana Caloto), factor que aunque es prácticamente inevitable (me refiero a posicionarse ideologicamente en un libro de estas características) pocas veces ayuda a un trabajo totalmente objetivo como debe ser el de un periodista. Con estos presupuestos uno ya sabe, o cree saber, más o menos, lo que va a encontrarse y debo reconocer que en este aspecto el libro desde luego no decepciona. La autora hace el eje de todo su razonamiento la libertad de prensa que debe existir para que este poder funcione como tal, sobre todo en una zona de guerra como en este caso es Irak. Aventura la teoría (ampliamente difundida, por otra parte) que la muerte de JoseCouso entraba en una estrategia del ejército norteamericano para amedrentar a los periodistas independientes (aunque hoy día este tipo de vocablos me hagan mucha gracia) presentes en la invasión de Irak.

No nos confundamos. La autora no señala la muerte del cámara como el objetivo de los soldados estadounidenses, sino como una especie de efecto colateral del ansia americana de silenciar perspectivas de la guerra que pudiesen no casar con la suya propia. Dicho de otra forma, su intención no era matar directamente a periodistas, aunque el efecto fuese finalmente este. Dejando aparte la sintonía o no que se pueda tener con dicho enfoque, que la autora es cierto que expone con contundencia, el libro merece la pena tanto por este detallado planteamiento como sobre todo por la parte media del libro en la cual nos hace conocer un poco más el mundo de los corresponsales de guerra, las dificultades que atraviesan en su trabajo y las formas de actuación que tienen, rasgos todos ellos que debo reconocer que desconozco en su gran mayoría.

El libro así se divide en tres partes. La primera se dedica a narrar los hechos de la muerte de Couso, con la defensa de la teoría que ya he señalado un poco más arriba, la segunda en la que nos habla de la vida del corresponsal, por así llamarla, y una tercera en la que volviendo al caso Couso hace un pormenorizado repaso de las acciones legales emprendidas alrededor de este acontecimiento. Y posiblemente esta se la parte más farragosa de leer, tanto por exponer vericuetos legales que interesen posiblemente más a los juristas que al lector medio como por la reiteración continua de ideas expuestas anteriormente a lo largo de todo el libro. También es de destacar la comprensible pero aún así quizás excesiva implicación emocional de la autora con el caso Couso, factor que se deja intuir perfectamente en todo el libro, pero que es especialmente evidente en la tercera parte que menciono.

Por el resto el libro está bien escrito, con lenguaje llano abarcable para todo tipo de público, sin excesivos circunloquios gramaticales y con (cuando quiere) una capacidad de síntesis notable. Aún así tiene un fallo algo irritante, y es que el corrector del texto comete varios errores en toda la extensión del libro, errores que no se tienen muy en cuenta cuando se tratan de acentos o comas, pero si destacan mucho cuando son faltas ortográficas de más empaque. De todos modos si no sois especialmente pejigueros, como lo soy yo, este no es más que un detalle que no tiene porque interferir en el disfrute (o no) del libro.

He dicho.

martes, 9 de septiembre de 2008

Mi impresión sobre...Watcmen(y III)


Bueno, a ver si acabo de una vez mi opinión sobre Watcmen que ya el asunto empieza a ser cansino, por muy bueno que sea el comic en cuestión. En el anterior post más o menos venía a delimitar un poco los rasgos principales del argumento. En esta ocasión lo que intentaré hacer es concretar más en el mismo además de analizar diversos personajes que para mí son los fundamentales de la obra y los que hacen transcurrir la acción, si es que se puede decir así.

El relato empieza con la investigación del asesinato del que más tarde se descubrirá que es uno de esos superheroes de la historia. Es el caso del Comediante, heroe con gran cantidad de claroscuros en su historia que se apreciarán según la obra avance en el relato de hechos del pasado a través de diversos flashbacks y demás. Su investigación es el motor del relato, iniciada por el personaje de Rorschach que en el primer capítulo y al visitar a los demas personajes nos da a conocer de forma bastante fluida a los dramatis personae del relato. Aparecen asi personajes como Buho Nocturno y los capitales para el desarrollo de la historia Ozymandias y Dr Manhattan. En este primer capítulo ya nos señala claramente los carácteres de cada personaje, desde el obsesivo Rorschach a el inteligente y engreido Ozymandis, pasando por el derrotista Buho Nocturno y el frio DR MAnhattan.

Quizás merezca la pena pararse un poco en el análisis de este personaje desde el punto de vista heróico, ya que es el único de toda la obra que realmente posee lo que podríamos llamar superpoderes, los cuales implican básicamente un control total sobre toda estructura atómica, poder que prácticamente le convierte en un Dios con cada vez menos contacto con el mundo de los sentimientos de los seres humanos normales. De hecho uno de los capítulos está dedicado integramente a este personaje, siendo uno de los más curiosos y complejos de toda la obra. De la misma forma también hay otro capítulo dedicado al vigilante Rorschach, reflejándolo como un personaje lleno de problemas psicológicos y traumas desde la infancia, lo que no hace más que remarcar la idea de Moore de la necesidad de cierto desequilibrio psíquico para ejercer de oficio el de vigilante tipo Batman. El resto de personajes que realmente mueven la obra en su argumento son todos ellos tambien radicales en un aspecto u otro. Estoy pensando sobre todo en el Comediante, siendo su engreimiento, visceralidad y filiaciones ultraderechistas los rasgos más marcados de su personalidad y Ozymandias, personaje que se refiere a sí mismo como "hombre más inteligente de la tierra" y que asume ese papel hasta sus últimas consecuencias. No quiero explicar a que me refiero para no estropearos la trama a aquellos que no la hallais leido, pero una vez que lo hagais entendereis a que me refiero.

El resto del elenco se puede decir que son personajes más identificables para el lector, ya que dentro de un comportamiento extremo son los que se mueven por motivos más cercanos a la vida diaria de cualquiera, como pueden ser la melancolia, el ansia de aventura o el ansia de demostrarse algo a uno mismo y a las figuras paternas. Sin embargo son en estas figuras en las que Moore recalca menos su atención ya que entiende que en un mundo como el de Watchmen (que recordemos para Moore se asemeja brutalmente al nuestro) aquellos que muevan los acontecimientos serán aquellos más firmes y extremistas en sus convicciones, quizás queriendo reflejar en cierta manera el ambiente tenso y extremista que rodeó desde su principio el desarrollo de la guerra fría.

En esta obra Moore realiza así todo tipo de reflexiones políticas, relacionadas con el ambiente de guerra fría de los años ochenta y ante los que cada personaje adopta una postura, desde el violentamente patriótico (caso de El Comediante) hasta el directamente indiferente (papel ocupado por su propia naturaleza por el Dr Manhattan) pasando por caracteres obsesivos, moderados o megalomaniacos. También se puede leer la obra desde un punto de vista social e histórico, ya que con la reflexión que hace Moore de los acontecimientos y las mentalidades surgidas a partir de un mundo con una presencia más o menos frecuente de superheroes se pueden extrapolar datos de una sociedad y una historia sin ellos, esto es, nuestro propio mundo. La visión de Moore analizada friamente es tan estudiadamente realista a la hora de enmarcar las reacciones del mundo ante la aparición de por ejemplo el "superhombre" que no podemos dejar de pensar las implicaciones que esto supone en el mundo real. Moore asi nos recuerda que una sociedad se describe tanto por lo que ocurre en ella como por lo que no ocurre, y que los pensamientos y actitudes de paises y sociedades enteras pueden cambiar en relación con los acontecimientos aparentemente nimios que les rodeen.

Otro ejemplo de lo dicho anteriormente es el esfuerzo de Moore en realizar paralelamente en el interior del comic otro comic, leido por uno de los personajes de la obra, titulado "Relatos del Navio Negro". En este relato Moore a partir de una historia que navega desde la aventura pirata hasta el terror nos deja claro por ejemplo una de las formas de ocio de la juventud de esos años ochenta alternativos. Cuando en el mundo real el mercado del comic yanqui estaba dominado por los superheroes, en este mundo alternativo ideado por Moore el protagonismo de los comics se cede a los relatos de piratas, dando una especia de mensaje de Moore en el cual el ocio siempre se orientará hacia elementos más o menos lejanos al mundo inteligible del ocioso. A su vez usa perfectamente este relato imaginario dentro de su propio relato imaginario para establecer toda una serie de paralelismos múltiples y muy efectivos, más notorios en sucesivas lecturas de la obra.

Desde el punto de vista del dibujo se aprecia el control ferreo de Moore en la estructura de la pagina, ya que la inmensa mayoría siguen una distribución exactamente igual, siendo asi posible esbozar ciertos detalles y presentar ciertas imagenes en el dibujo que de otra manera serían harto dificiles de comprender en la naturaleza de la obra. Moore se decide a jugar mucho con los paralelismos gráficos entre unas páginas y otras, enriqueciendo la obra y los simbolismos de esta de una manera que rara vez se ha visto en un comic. El uso de los colores (la mayoría pálidos y poco brillantes) ayudan a la visión de la obra como una de caracter sombría y crepuscular, al tiempo que el uso de un estilo de dibujo como el de Gibbons permite enlazarnos perfectamente con el mundo del comic de superheroe al que los autores rinden su particular homnaje.

Y de este modo podria continuar durante dias mencionando el infinito número de lecturas, sublecturas y detalles que tiene la novela gráfica de Watchmen. Muchas cosas se me quedan en el tintero, como un estudio pormenorizado de los personajes o el estudio de los paralelismos entre la historia de piratas y la historia "real" del comic. Tampoco he podido dedicar el tiempo que quería a detallar la perfecta paginación del dibujo y su armonía con el ritmo de la historia o a reflexionar acerca de la penosa visión de la humanidad que otorga Moore desde esta obra, por no mencionar una reflexión final sobre la enigmática frase final del Dr Manhattan o...

Bueno, creo que os haceis una idea. No he querido realizar un resumen detallado del argumento de la obra sobre todo porque si he picado a alguien la curiosidad para tomar esta obra en las manos y echarla uno, dos y tres ojos no empiece la historia conociéndose el final. Sencillamente espero que alguno de mis dos lectores se anime a hacerse con un ejemplar y leerlo tranquila y reposadamente , que es lo merecen los señores Moore y Gibbons.

He dicho

domingo, 7 de septiembre de 2008

Mi impresión sobre...Weapon X


Puffff, ¿no odiáis las tardes de domingo? Es el típico día en que no hay nada que hacer salvo esperar al lunes, a menos que tengas la suerte de quedar con alguien para tomar algo, cosa que hoy por ejemplo no he tenido yo. Lo bueno es que es un ratejo en que te puedes poner al día de lecturas atrasadas y este tipo de cosas, cosa que de hecho acabo de aprovechar yo con el título que ahora pasaré a comentar.

Hace unos meses me hice con este precioso tomo en edición yanqui, la cual admito es mucho mas elegante y cuidada que la española, pero no había tenido tiempo o ganas de echarle un ojo hasta ahora. Admito que para empezar la edición esta cuidadísima, desde su mismo diseño hasta sus acabados, demostrando que cuando se ponen los yanquis superan a cualquier otro país a la hora de editar comics. Otra cosa es que les cueste ponerse, pero eso es otra historia.

Bueno, pasando a la historia en sí, debo admitir que es una que ya me había leído hace unos años en una edición española bastante cutre (para que vamos a engañarnos) y que ahora releyéndola en una edición adecuada al empaque del comic en si se disfruta notablemente más. El autor sobre el que recae todo el peso de la obra es el ínclito Barry Windsor Smith, autor de origen inglés que desembarcó en el mercado americano en los lejanos años 70 alcanzando sus primeros momentos de reconocimiento para el gran publico en los primeros números de Conan el Bárbaro guionizados por Roy Thomas, y pasando posteriormente por una gran variedad de títulos, casi siempre durante épocas muy breves, pero facilmente reconocibles. Antes de Conan el Bárbaro realizó por ejemplo números de los Vengadores, creo recordar, con un estilo muy diferente al que acabaría desarrollando y que se acercaba descaradamente al de Jack Kirby. Fue a partir precisamente de Conan el Bárbaro cuando empezó a evolucionar y poco a poco desarrolló el estilo de dibujo por el que hoy en día es reconocido y que luce en todo su esplendor en este Arma X. En su estilo de dibujo así se aprecia sin duda una formación en el arte clásico, al ser el dominio total de la anatomía una de sus señas de identidad. Pero vayamos por partes.

Para aquellos que no sepáis la naturaleza del comic en cuestión es necesario aclarar un par de detalles. El título de Weapon X se refiere al proyecto en el cual el personaje de Lobezno fue dotado de su esqueleto de adamantium y sus famosas garras del famoso y ficticio material. Lobezno desde siempre ha sido el personaje misterioso por excelencia, teniendo él mismo escasos recuerdos de su pasado, lo cual le hace notablemente atractivo para el gran público. Pues bien, esta miniserie publicada originalmente en la serie americana Marvel Comics Presents tenía como finalidad relatar el proyecto militar en el cual Logan recibe sus dotaciones metálicas. En su día fue todo un acontecimiento, aunque con los años la miniserie ha sido retomada desde tantos puntos de vista que en ocasiones incluso ha sido puesta en duda su validez dentro de la continuidad. Incluso en un gran número de ocasiones directamente se ha ignorado su existencia en beneficio de contar otras historias del pasado de Logan carentes totalmente de interés y que en definitiva no llegan a ningún sitio. Particularmente estoy pensando en la serie de Wolverine: Origins, en la cual un guionista mediocre y un dibujante escasamente adecuado están realizando uno de los mayores insultos al sentido común y a la propia naturaleza del personaje con historias que espero que en el futuro se aclaren que son historia imaginarias porque, joder macho, que tostón. Pero ya me estoy desviando del tema otra vez.

El caso del asunto es que el tomo que tengo entre las manos (metaforicamente hablando) era una especie de intento de clarificar el pasado de Lobezno, a pesar de que al final sirvió prácticamente para todo lo contrario. Pasando así a comentar el guión hay que decir que no es un dechado de originalidad, pudiendo resumirse todo el argumento en el secuestro y experimentación con Lobezno para introducir el adamantium en su cuerpo, y la posterior (aparentemente) huida del mismo del proyecto Arma X. Sin duda alguna todo el peso de la obra recae sobre el dibujo de Windsor Smith, el cual, como de costumbre, es soberbio en todos sus aspectos. Es un dibujo feista y detalista hasta extremos casi barrocos (la cantidad de cables a los que aparece conectado Lobezno en algunas viñetas es espectacular, por ejemplo), con un dominio de la anatomía perfecto que, como ya he señalado, evidencia la formación clásica de Smith, y una narrativa agil y totalmente clara al tiempo que en absoluto monótona. Smith conoce bien los mecanismos de la narración en un comic y esto se denota claramente en el dibujo, que combinado con unos diálogos rápidos con unos bocadillos estrategicamente colocados en la página otorga a la lectura un dinamismo que le va como un guante de seda a una historia de acción como esta. Por ultimo el entintado, aplicado por el mismo Smith, tiene el punto adecuado de suciedad que "hace ambiente", por decirlo así, pero que en ningún momento torna la lectura incomoda.

Posiblemente el detalle de la obra que más falla sea el color, ya que a pesar de que en determinadas escenas sea más que adecuado, en el conjunto de la obra se aprecia como no se disponía en ese momento de las técnicas adecuadas en el uso del color de ordenador como pueden ser las actuales, con los cuales muchas escenas dan un resultado excesivamente brillante para una historia que exige una paleta de colores más apagada y menos recargada. Si en futuras ediciones este detalle pudiese ser corregido por el autor el conjunto de la obra ganaría notablemente.

Sin embargo este factor es facilmente soslayable por la espectacularidad del dibujo, que en ocasiones pide que nos detengamos unos minutos en algunas páginas para apreciarlo en su totalidad, y lo dinámico de la historia, que hacen de esta lectura algo bastante ameno, sobre todo teniendo en cuenta algunas de las obras que se editan hoy en día. Y si no, echad un vistazo a Wolwerine: Origins...

jueves, 4 de septiembre de 2008

MI impresión sobre... Watchmen (II)


Como lo prometido es deuda, y yo siempre cumplo mis promesas(recordad eso, chicas), aquí continuo con mi opinión sobre Watchmen, la obra magna en el mundo del comic y estas cosas que ya señalé en el post anterior dedicado al tema.

Para empezar a entender la obra en sí hay que tener en cuenta una serie de presupuestos. A pesar de que la acción se sitúa en una especie de universo alternativo al nuestro, los sucesos ocurren en unos años ochenta (hay que recordar que la obra es de esa década) muy similares a los nuestros reales. De hecho el ambiente de guerra fría entre EEUU (el país que primero te llama y luego te asusta...no he podido evitarlo) y la URSS es muy similar al vivido en el momento de escribir la historia por parte de Alan Moore. Recordemos que la obra se publica entre 1986 y 1987, siendo muy posible que el relato ya bulliese por la cabeza de Moore con bastante anterioridad.

Pues bien, uno de los puntales de la obra (y según avanza, cada vez nos damos cuenta que más) es precisamente ese ambiente de guerra fría entre las dos superpotencias, la cual en un principio envuelve a los personajes y poco a poco apreciamos que asfixia cada una de su acciones y su modo de ver la acción que transcurre a su alrededor. Por otra parte cabe señalar, por lo menos en mi opinión, las tendencias políticas de mister Alan Moore. A pesar de que nunca he leído ninguna entrevista ni declaración al respecto no es muy difícil adivinar que como mínimo el escritor inglés no tiene demasiado aprecio por posturas conservadoras o filofascistas, ya que durante todo el transcurso del comic es fácil observar como los personajes más antipáticos, por llamarles de alguna manera, muestran clarísimas tendencias en este sentido. Además de todo esto hay que señalar que Moore deja caer de un modo bastante obvio que las posturas de los vigilantes superheróicos que aparecen en la trama son más cercanas a posturas conservadoras desde el punto de vista político que progresistas, lo que hace intuir que para Moore hace falta cierta visión filofascista para la aplicación en la vida real de la aparición de los superheroes.

Y es en este punto donde por fin llego a comentar el argumento de la obra. Básicamente Watchmen es una proposición del escritor acerca de la existencia de los superheroes en un ambiente y universo lo más cercano a la realidad posible, sin romper los cánones clásicos de las historias de tipos en pijama. Traduciendo, es cómo serían los superheroes en el mundo real. Para esto Moore expone una serie de personajes en los años ochenta que a través de diversos flashbacks se aprecia como son en su mayoría heroes retirados en los setenta al acatar cierta ley publicada por el Senado estadounidense en el año 77. La obra comienza como una investigación del asesinato de uno de ellos (dato que descubrimos según avanza la trama del primer episodio) y continua como una auténtica exploración de todo el submundo de estos antiguos superheroes, con un trabajo de imaginería del autor más que notable, al diseñar no solo la personalidad y las actitudes de cada uno de los personajes, sino también todo el impacto que estos seres han tenido en un mundo "real". Para esto Moore se ayuda mucho de simulaciones de artículos antiguos de periódicos al final de cada capítulo de la novela gráfica, aparte de sucesivos flashbacks relatados o directamente recordados por los personajes.

Ante esta premisa aparentemente simple no me extraña que digáis que la obra no parece ser para tanto, ya que aunque la idea puede parecer relativamente original la explotación de ella no da la sensación de dar para demasiado. Bueno, pues os aseguro que no es así. Esta idea básica teje sus tentáculos según se desarrolla la obra en múltiples direcciones, algunas de las cuales intentaré relatar en la siguiente entrega, que esto me está volviendo a quedar muy largo.

He dicho.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Una de trailers

Y ya que estamos con videos hoy, aqui van unos cuantos trailers. Pa empezar el de la cuarta parte de Terminator.



El de Max Payne...



Y este va para ti, Oscar, la cuarta parte de Fast and Furious...

Contigo no, bicho...

Echadle un vistazo a este video que el otro día me presentó un colega(Gracias, Jehu). AB-SO-LU-TA-MEN-TE colosal!!!

Maldita sea, maldita sea, maldita sea...

Bueno, trás un tiempo alejado del universo blogero por circunstancias más allá de mi control (para los que no lo sepais pasé el finde en una despedida de soltero de la cual todavia me estoy recuperando) he de realizar una pequeña anotación en este mi blog particular.

Si hace un mes (más o menos) daba saltos de alegría ante el inicio de mis vacaciones, debo confesar que ahora me toca dar golpes en la mesa de rabia al ver finalizadas estas. Ya curré el lunes, pero con eso de que he librado el martes y el miercoles no podía decir que realmente me sintiese inmerso en la vorágine de mi siempre emocinante trabajo. A partir de mañana ya retomo un ritmo normal de curro y debo declarar, más allá de toda duda que... ¡No quiero, no quiero, no quiero, mamá no quierooooo...!