domingo, 17 de agosto de 2008

Doblaje o no doblaje

Hasta hace no tanto tiempo (unos cinco o seis años, tirando a lo largo) no había oído nunca que nadie cuestionase el hecho de doblar las películas americanas y de otras nacionalidades para emitirlas en España. Era algo que simplemente estaba ahí y ya está, siempre se había hecho y ya formaba parte de la costumbre cultural española, si es que se puede llamar así. Aquellos que gustasen de la versión original tenían salas de cines concretamente orientadas para ello, no existiendo problema de ningún tipo en las grandes ciudades para ver las películas en la lengua en la que fueron rodadas en origen.

Sin embargo de un tiempo a esta parte lo que antes era una minoría de gente que gustaba de asistir a estas salas si hacemos caso de las conversaciones de la calle ahora deben ser una mayoría aplastante. No es nada raro escuchar o leer cualquier comentario con anotaciones tipo "el doblaje español no hace justicia a tal actor" o "el doblaje es para cortarse las venas", con lo que se deduce que todo ese público a la hora de ir al cine debería asistir a salas en que se proyecten las películas en versión original, si es que son un poquito consecuentes. A pesar de ello en este tipo de salas (de las que yo soy bastante asiduo hace muchísimo tiempo) la cantidad de gente que se veía hace seis años y la cantidad de gente que se ve ahora es exactamente la misma. No hay varianza y si la hay es mínima.

Todo lo anterior siempre me ha llevado a pensar que para empezar la mayoría de los que se les hincha la boca con eso de la VO no ha pisado una sala de ese tipo en su vida. Es más, muchas veces he pensado que la mayoría de esa gente descubrió que los actores yanquis tenían una voz propia cuando empezó a comercializarse a lo bestia el DVD (que por cierto ha hecho mucho bien a la cultura cinéfila general, otro día hablaré de ello) y ahora es como si se hubiesen apuntado al carro de menospreciar el trabajo de los dobladores españoles cuando han estado disfrutando de su buen hacer toda la vida.

Con todo lo anterior lo que quiero es romper una lanza a favor de esa profesión tan escasamente reconocida e incluso ultimamente atacada por una corriente de opinión de muy reciente creación pero con una caterva creciente de seguidores que es la de doblador de cine. Evidentemente para apreciar el trabajo de un actor en toda su extensión es necesario escuchar su voz en primera persona, lo que nos permite apreciar todo tipo de inflexiones y giros que enriquecen la interpretación, pero aun así debemos recordar siempre que a menudo aquellos encargados de doblar a nuestros actores favoritos son en su mayoría también excelentes actores con años de estudio a sus espaldas para afrontar su trabajo de la forma más digna y fiel a la interpretación original posible. Deberíamos sentirnos orgullosos del alto nivel de los dobladores de este país, algo reconocido por los propios actores extranjeros cuando se oyen doblados por actores españoles, en vez de atacar a estos últimos de forma inmisericorde y a menudo tremendamente injusta.

Por último habría que tener en cuenta que la mayoría de gente que va a los cines no tiene un nivel de inglés suficiente para entender los diálogos de una película, con lo cual el trabajo de los dobladores les acerca a cintas que de no haber sufrido ese proceso jamás habrían visto debido al esfuerzo notable que supone escuchar a un tío hablar sin entender ni papa de lo que dice, debiendo distraer para ello su atención en leer los subtítulos y perdiéndose gran parte de la inmediatez exigible al séptimo arte para apreciarlo en su conjunto.

En pocas palabras; dejemos de echar piedras a nuestro propio tejado y permitamos que cada uno vea las películas como y donde quiera y sobre todo no seamos irrespetuosos con el trabajo de unas personas que en su mayoría se esfuerzan diariamente para hacer más accesible el cine al gran público. Que es que hay veces que somos más papistas que el Papa, hombre ya...

1 comentario:

vcucho dijo...

Pues yo para expresar mi opinión sobre el asunto copiaria y pegaría tus 2 últimos párrafos.
Yo me identifico totalmente con lo que dices en ellos.Soy esse tipo de público que sin doblaje necesitaría ver la película al menos un par de veces, una para leer los subtítulos y dos para ver las escenas e interpretación de los actores.
Gracias a esos geniales actores españoles yo mismo puede disfrutar de numerosas películas extranjeras,ya que yo solo entiendo español (y no siempre,jeje).
Por último decir también que el trabajo de un actor se valore con mas precisión si se oye su propia voz a la vez que interpreta.