viernes, 25 de julio de 2008

MI impresión sobre...Lobezno



De todos los que me conocen es sabido ( y si no deberían saberlo) que mi personaje favorito dentro del mundo del comic yanqui de superheroes es ni nada más ni nada menos que Lobezno. Desde mi punto de vista siempre ha sido uno de los personajes más ricos y con mayor número de matices de todos los que ofrece la colorida galeria Marvel de tios en pijama. Posiblemente de esta visión tiene grán parte (por no decir toda) la culpa la miniserie realizada por Claremont y Miller allá por principios de los 80 y que yo tuve ocasión de leer por primera vez en edición española en la colección de clásicos Marvel de hace un porrón de años y medio.

En esta miniserie se presentaba a Lobezno basicamente como un samurai fallido, un personaje que a pesar de su deseo constante de mejorar en el sentido humano se sentía continuamente empujado por su lado animal. Esta dicotomía hombre-bestia con la que se jugaba en esta miniserie de forma más que acertada ha sido retomada luego por otros autores con resultados de lo más dispares, siendo la mayoría de ellos por desgracia mediocres. Sin embargo esa presentación inicial fue la que me empujó a encariñarme con el personaje, ya que se me antojó el primer personaje tridimensional que había leido dentro del mundo de los comics de superheroes, muy alejado de iconos como Superman, Batman o Spiderman, que era lo único que había leido hasta ese momento relacionado con este genero (cuando leí la famosa miniserie de Lobezno tenía cosa de doce años, ya va haciendo tiempo).

Por desgracia debo señalar que pocos autores han sabido tratar adecuadamente a un personaje con el potencial infinito del que estoy hablando, limitándose la mayoría de ellos a retratarlo como el típico broncas de bar, el saco de boxeo de medio universo marvel (sus habilidades curativas invitan mucho a ello) o incluso como una especie de chulo piscinas que solo sabe decir frases bordes. Practicamente nadie ha conseguido (y siguen sin conseguir) retratar al personaje tal como era retratado en la miniserie de Claremont y Miller, alguien capaz de enfrentarse a un batallón de ninjas y derrotarlos para seguidamente reflexionar sobre el sentido de su vida a través de la visión de un simple jardín japones, sin caer ni en la macarrería facil en el primer caso ni en la lagrima facil en el segundo. Esperemos que antes o después le vuelva a tocar un autor que por lo menos sepa de que va el personaje, como en su dia fueron Claremont o Hama, los dos mejores escritores que han sabido tratar al bueno de Logan como se merece.

1 comentario:

vcucho dijo...

Estoy de acuerdo con todo lo que dices en esa opinión que escribes.
Es cierto que te encanta lobezno, yo le conozco poco no he leído nada sobre él,pero si he visto las 3 partes de xmen y a cual mejor,pero para mi también es mi preferido de todos los que salen en la peli, ese toque bestia,independiente,sin miedo a nada,pero una parte tierna capaz de apartar a esa bestia y poder incluso enamorarse.
Pero una escena que me gustó mucho,y por destacar una entre muchas, es cuando el ejército (no sé como se llama el general que le persigue y que es su creador)entra en la mansión y se pelea con todo lo que se pone en medio, con esa capacidad de asumir el mando y proteger a los indefensos, bestial!!!!los pelos de punta tronco!!!!bua bestial!!!!!.
Bueno pues nada solo darte mi apoyo por la admiración a dicho personaje,el bueno de logan (tronco se llama como el modelo de un coche,fabricado por renault y que es barato).