
Sin embargo debo reconocer que después de ver el "flim" en cuestión cualquier posible escepticismo que pudiera tener en torno a él se derrumbó a una velocidad y con un estruendo pasmoso. No quiero revelar muchas cosas del argumento en cuestión para no estropearos disfrutar de la película a aquellos que todavia no la hallais visto y estas cosas. Solo decir que se puede resumir en que dos hermanos deciden atracar una joyeria para intentar aliviar sus problemas economicos, y este acontecimiento es logicamente el motor de toda la trama. A partir de esta premisa se desarrolla un guión seco, aspero y sin ningún tipo de concesión, manejando personajes que se mueven por motivaciones tan poco nobles como el egoismo, la cobardia y la egolatria. Cierto es que en ningún momento sentimos ni la más minima simpatía por ninguno de los personajes de la pelicula, principalmente por los protagonistas que en todo momento se nos antojan receptores de todo tipo de calificativos insultantes (lo entendereis cuando veais la peli).
Naturalmente a esto ayuda sobre manera la excelente actuación de todo el plantel interpretativo y particularmente de Ethan Hawke y Philip Seymour Hoffman, dando sobre todo el segundo una magistral lección de interpretación a la altura de los grandes actores de la historia. Su actuación sin excesos es un ejemplo de contención interpretativa que solo estalla en los momentos que la historia lo exige, de una manera que el espectador es perfectamente capaz de ver al personaje y no al actor en la pelicula, algo que cada dia se antoja más raro, por desgracia.
En cuanto a la dirección hay que señalar que Lumet ha recuperado el rumbo que parecía haber perdido hace bastantes años. Director sobrio y poco dado a efectismos cumple con su papel perfectamente en esta cinta, imprimiendo un ritmo a la pelicula perfecto para la gravedad de la historia, introduciendo elementos de la banda sonora solo en momentos realmente dramáticos y dejando intuir también su experiencia como director de actores, algo nada raro si consideramos que él mismo empezó siendo uno. Tambien su relación con los directores de fotografia y los diseñadores de producción fructifica en una paleta de colores templada y fuertemente imbricada en la realidad y un conjunto final más que notable que en todo momento nos sirve para introducirnos más aun si cabe en la historia.
En resumen, película con mayúsculas habemus, altamente recomendable para cualquier tipo de persona. Un guión solido que te atrapa desde el primer momento se une a un director en un momento notable al servicio del mismo y a unos actores en estado de gracia. El producto final evidentemente roza la categoria de obra maestra tanto por su calidad técnica indiscutible como por la capacidad de conmover al espectador, siendo dificil que deje a nadie indiferente al definir de forma tan brutal al ser humano.
Y a pesar de lo pedante que me ha quedado lo último no retiro ni una palabra. Hace falta ver la peli para entender de lo que hablo. He dicho.