jueves, 14 de enero de 2010

Anda suelto Satanás...

Si señores. Barón Rojo tenían toda la razón. Por cierto, hablando de Barón, yo no me pierdo el concierto de reunión de los yayos al final de enero en La Riviera, palabrita del niño Jesús.

Bueno, volviendo al tema. creo que ha llegado la hora de que alguien ponga las cartas sobre la mesa y, en un acto heroico que le pude costar hasta su propia vida, denuncie que el Maligno está entre nosotros, y desde hace bastante tiempo, además. Se esconde en la más abyecta de las formas y en la más abyecta de las instituciones. Helo aquí:



Monseñor Rouco Varela es el nombre que Pedro Botero ha decidido adoptar en su llegada a la Tierra. Y le ha tocado a España el lidiar con él. ¡Oh, aciago destino, que en este país tengamos que soportar a semejante gilipo... estooo, a Satanás en persona!

Por sus actos le conoceréis. Negar derechos a personas por la sencilla razón de que duerman con personas de su mismo sexo. Imponer sus opiniones para que leyes que no le gustan no salgan adelante, sin importarle que coarten la libertad de otras personas que vaya usted a saber que problemas tienen o dejan de tener en casa. Crispar el ambiente hasta límites ridículos olvidándose de paso de la separación Iglesia-Estado, que tanto sangre, sudor y lágrimas costó hace no demasiado. Criticar salvajemente a un gobierno que ha aumentado sus beneficios económicos como ningún otro (joder con los progresistas del cejas de los cojones). Ejercer hasta límites insospechados la hipocresía al decir a la sociedad lo que debe o no debe hacer, cuando en su propia casa hay un buen número de sus compadres bajo sospecha, al parecer más que fundada, de haber cometido el aparentemente inocuo (debe tener que ver con eso de la inmaculada concepción) delito de violar a niños durante años, al tiempo que aconseja costumbres sexuales y familiares cuando él en teoría no puede practicar sexo ni tener familia (vamos, como si el que suscribe aconseja a cualquiera de los que leen esto cómo instalar el sistema eléctrico en su casa).

Y cada vez realiza actos más y más viles, pues la maldad de Belcebú no conoce límites. Y aquí no pasa nada, claro, cada uno tiene derecho a hablar sobre lo que sea, aunque su opinión sea una soberana gilipollez y atente contra derechos fundamentales de otros ciudadanos. ¡Que más da, si solo son una panda de maricones y de adolescentes que se han quedado preñadas por ser unas guarras!

Y aquí no pasa nada y nadie tiene cojones de poner en su sitio a semejante desgraciado.

Que país...

1 comentario:

vcucho dijo...

Esto es España:
Corrupción a saco,pactos con los enemigos,terrorismo,drogas,los últimos de Europa,viejos por todos lados,cada vez menos riquezas.....
Si se dedicaran a mejorar nuestro país,ayudar a lo necesitados, a dar la palabra de Dios,a lavar sus trapos sucios.

Vive y deja vivir, yo lo intento.