miércoles, 18 de marzo de 2009

Manías...

Todos tenemos manías. Pequeños hábitos, a veces totalmente inofensivos, otras no tanto, que consciente o inconscientemente, repetimos una y otra vez y que en parte nos definen. Hace no demasiado hablando con un amigo del tema (no me preguntéis a cuento de que salió, porque no me acuerdo) llegamos precisamente a esa conclusión. A la de que las manías en buena medida definen a su propietario, me refiero. Nos hacen más humanos, y también se percibe gracias a ellas cuando alguien tiene auténtico sentido del humor. Este se define por la capacidad e cada uno de reírse de sí mismo, de tomarse las cosas propias un poco a guasa. Por desgracia, esta es una cualidad muy rara en el mundo de hoy día, en el cual todo parece ser mortalmente serio y en el que las palabras parecen tener que estar medidas en cada momento por miedo de ofender o, como se dice habitualmente "mear fuera de tiesto". Si queréis saber si alguien tiene sentido del humor, no lo dudéis. Señaladle una manía suya que le halláis observado, y dependiendo de esa respuesta sabréis si es alguien con auténtico sentido del humor o no. creedme, yo he hecho la prueba muchas veces, y no falla.

Pero, ¿en que consisten las manías a las que me refiero? Básicamente en cosas tontísimas pero muy llamativas. Por ejemplo yo mismo tengo una manía que comprendo que en ciertos momentos puede resultar irritante. En cuanto entro en un sitio, sobre todo un garito o un bar normal tengo que quitarme el abrigo y dejarlo en cualquier parte. Un taburete, el quicio de una ventana, el ropero... cualquier sitio me sirve. Muchas veces me quejo del precio de las copas, del precio de la entrada (si es algún sitio en el que por ser horas intempestivas nos ha tocado pagar) etc, pero jamas del ropero si lo hay. Para mí es fundamental. De hecho si me habláis antes de dejar el abrigo donde sea, lo más probable es que no os haga ni puñetero caso. Por eso es en ocasiones una manía irritante.

Otras manías son simplemente llamativas. Por ejemplo en mi curro había un compañero que todas las mañanas en el mismo punto exacto de la carretera se dedicaba a mirarse los pelos de la nariz durante uno o dos segundos, para posteriormente asentir y ponerse a canturrear. Otra manía es la de otro compañero que en un determinado grupo de cubos NECESITA cogerlos en un determinado orden, si no es incapaz de quedarse tranquilo. Otra también es la de yo mismo de bostezar cuando llego a la taquilla del curro, tenga o no tenga sueño, da igual. Otro amigo mira la hora en el móvil cada pocos minutos, estemos donde estemos y tengamos o no tengamos prisa... y así podría tirarme un par de meses, pero creo que ya pilláis la idea.

Y ahora, pensadlo un momento; ¿cuales son vuestras manías? ¿Y las de la gente que os rodea? y responded sobre todo a esta pregunta... ¿a que la gente a quien apreciáis no sería exactamente igual sin esas manías?

2 comentarios:

MPrinter dijo...

Si me dieran un euro por cada manía...

Un ejemplo, cuando era mozo y jugaba al baloncesto, tenía la manía de comerme un bocadillo de chorizo frito en el bar de debajo de casa después de cada partido. Tenía la absurda superstición de que si no me lo comía, se rompería la racha victoriosa, así que al final, los padres de los otros chicos, me lo pedían sin preguntarme. XD

Ese año acabamos invictos y ganamos el campeonato de Madrid (no es coña) XD

vcucho dijo...

Pues ciertamente, de esas manías todos tenemos,algunas las conseguimos erradicar,pero otras se quedan con nosotros y con un gran aumento de su realización.
Yo por ejemplo tengo la manía de que cuando me quito el calzado y estos tienen cordones, pues los meto dentro para que no toquen el suelo.
También no me gusta andar descalzo.
Otra es que me gusta ducharme antes de irme a la cama.... y así mogollón,estoy medio loco y con la edad más aún jajajajaja.